"¡Tengo cosas más importantes que hacer
que ver cómo oculta la verdad!", le espetó él.
Ella juró que no la vería hacerlo nunca. El
doctor Scott Zimmerman, el "cazador de fantasmas", se merecía el
artículo mordaz que ella había escrito sobre el último libro publicado por él.
Sin duda, el psicólogo californiano se aprovechaba de las mentes más crédulas.
No había sido idea de ella acompañarlo a esa antigua y solitaria mansión para
observar sus "métodos" de investigación y escribir un apologético y
detallado artículo.
Margo Dodd, la inteligente periodista de Nueva
York, se guardaba de creer en espíritus, pero desde el momento en que vio la
niebla arremolinada en la oscura torre… desde el momento en que cayó en los
fuertes e increíblemente protectores brazos de Scott… supo que la perseguía una
aparición, y que si dejaba Castleville sin Scott, durante toda su vida la
perseguiría… un amor perdido.
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