Abby amaba a Jake y lo
perdió. Y no sólo a él, sino a Dominic, el fruto de su amor.
Ahora tenía la oportunidad
de regresar las manecillas del reloj cuando ella y Jake se encontraron en una
isla de las Bahamas. Pero Jake ya no era el hombre que conoció. Ahora parecía
un extraño inquietante. ¿Era una tontería que Abby pretendiera que los traumas
del pasado se resolvieran? Y, ¿a ella le importaba lo suficiente como para
intentarlo?