¡Raptada! Tal como suena.
Ella había sido forzada a salir. ¡Bajo las órdenes de su padre! Y ahora estaba
prisionera en medio de un campo desconocido. Junto a ella su carcelero: un
joven macho, delgado, duro de carácter.
Colby era una luchadora de
nacimiento. Ella había aprendido de su riquísimo padre todas las astucias que
él le pudo enseñar. Estaba decidida a escapar para cumplir la peligrosa tarea
que se había propuesto.
Jase pensó que raptaba a una
dulce gatita y se encontró con una fiera.
desde el momento en que ella
sintió que la rodeaban los brazos de Jase, comprendió que nada iba a ser tan
fácil. Sería tan simple olvidarse y dejarse ir... convertirse en una feliz
cautiva.