—No me
interpretes mal, Alex, eres un buen hombre, pero de ninguna manera quiero tomar
el lugar de mi hermana muerta, ni que me llames por su nombre el resto de mi
vida.
Era palabras valientes, pero... ¿a quién
pensaba Ginny que engañaba? Cinco años antes, ella y su hermana gemela,
Venetia, se enamoraron locamente del mismo hombre: Alex Warwick. Venetia
resultó victoriosa y Ginny se alejó, decidida a no arruinar la felicidad de su
hermana. ¿Podría haber ahora un futuro para él con Ginny? ¿Podría ella creerle,
cuando le decía que la amaba?