martes, 17 de febrero de 2015

Por culpa del orgullo

Karen y Val llegaron a un acuerdo.!Ningún lazo los ataría!

Karen vivió junto a Val un maravilloso año en Londres. Cuando se separó de él estaba embarazada, y tuvo que enfrentarse sola al problema de criar a su hijo. Había amado desesperadamente a Val y no quería obligarle a celebrar una boda que él no deseaba.

Siete años después, Val descubrió la existencia de su hijo y decidió llevárselo sin decirle nada a Karen.

—Si quieres recuperar a Tony, tienes que venir a buscarle.


Y la joven fue a buscarle, pero tuvo que librar una dura batalla consigo misma pues los recuerdos y el amor que no había dejado de sentir por Val, debilitaban sus fuerzas, impidiéndole luchar contra él.

Pasiones tormentosas

¿Podía Teri aceptar el hecho que ella no era la única mujer en la vida de su esposo?

El matrimonio con Damien Nikerios dio a Terry todo lo que una mujer podría desear: posición social, dinero, prestigio... y largas y calurosas noches de amor. Damien era un griego muy masculino, y su virilidad provocó en Terry emociones profundas e insospechadas.

Además de eso, él era riquísimo y sacó a Terry de la ruina, saldando todas las deudas dejadas por su padre.


Sin embargo, apenas llegó de su viaje de luna miel, un maravilloso crucero por las islas griegas del Mar Egeo, Terry se vio obligada a despertar de su sueño: Damien tenía una aventura con Milena, la tercera esposa de Stephanos, que era padre de él...

¡Casate conmigo!

         
        Ally, la difunta esposa de Grant, había dejado una cinta de video en la que le sugería que volviera a salir con mujeres después de su muerte. Inmediatamente, él empezó a preguntarse con quién podría salir, quién iba a querer empezar una relación con un viudo con tres hijos... Lo que no había previsto era que su mujer también hubiera pensado en eso: le pedía que saliera con Jenna, su mejor amiga, pues estaba segura de que acabarían enamorándose el uno del otro.

Amarte es imposible

Nunca traicionaría la confianza de su amiga robándole al hombre que amaba.
Judith no perdería la cabeza por un hombre y menos por el que estaba comprometido con una vieja amiga.

Pero Luke Doulton era irresistible, un genio de las finanzas que no temía trabajar con una mujer que lo igualaba en talento como Judith. Sin embargo, no pudo evitar enamorarse de él, ni tampoco cambiar las circunstancias que le negaban la oportunidad de amar.



Rendidos al deseo

Paige Howard siempre había deseado al magnate neocelandés Marc Corbett desde el día en que se conocieron…y el se caso con su mejor amiga.
Seis años después. Paige no había vuelto a sentir lo mismo por nadie y seguía siendo virgen. Entonces la herencia de su amiga volvió a reunirlos y volvieron a verse atrapados por una atracción más fuerte que su propia voluntad. Sin embargo, Paige jamás se entregaría a un hombre que solo deseara sexo… por muy fuerte que fuera la tentación

El la deseaba… pero ella se negaba a dejarse llevar.

Padre sin rostro

Nick Joseph era la fantasía de toda mujer: guapo, bueno con los niños y hábil en las labores del hogar, especialmente en el dormitorio. Linda Sawyer no pudo decir que no cuando él ofreció sus servicios como niñera temporal para su hijo.
Enseguida empezó a sentirse tan atraída por Nick como el pequeño Rory. Pero él no era el tipo de hombre que se casaba, así que, ¿cómo podía decirle que quería que cuidara también de ella, de forma permanente?

Y lo que era peor, ¿cómo reaccionaría Nick cuando supiera que estaba cuidando a su propio hijo?

Ciegos al amor

Cuando pueda verla, ¿seguirá deseándola?
El multimillonario Cesare Brunelli había perdido la vista al rescatar a una niña de un coche en llamas y la única persona que lo trataba sin compasión alguna era la mujer con la que había disfrutado de una noche de pasión. ¡Pero se quedó embarazada!

Y eso provocó la única reacción que Samantha no esperaba: una proposición de matrimonio. Él no se creía enamorado, pero Sam sabía que ella sí lo estaba. Y cuando Cesare recuperó la vista, Sam pensó que cambiaría a su diminuta y pelirroja esposa por una de las altas e impresionantes rubias con las que solía salir…



Engaño

Se casaron poco después de conocerse… pero el matrimonio duró sólo un mes…
Segura de que su marido la había engañado, Erin Foyle puso en marcha el divorcio, pues no quería que volviese a burlarse de ella. Pero aunque pronto dejaría de ser su esposa, nunca quedaría completamente libre de él porque iba a tener un hijo suyo…

Francesco Romanelli no podía creer que Erin le hubiera ocultado que estaba embarazada. Pero no iba a permitir que el divorcio se llevara a cabo, pues tenía una misión que cumplir: recuperar a su mujer.

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