Cuando
se conocieron, se desataron tres poderosas fuerzas: la del deber, la del deseo
y la del destino...
Al
frente de un reino devastado por la guerra, el jeque Alim El-Kanar estaba
herido, se sentía solo y sin expectativas de futuro... hasta que la hermosa
enfermera Hana le salvó la vida y le devolvió la esperanza. Hana creyó que su
deber como enfermera concluiría cuando Alim se recuperase, pero entonces él le
pidió que se hiciese pasar por su esposa. Estaba convencida de que aquello no
pasaría de ser una ficción, ya que ella jamás podría ser la mujer del jeque,
pero el destino no veía las cosas de la misma manera...