martes, 25 de noviembre de 2014

La amante del rey

Si pudiera olvidar su turbulento pasado y abrazar un futuro lleno de pasión junto a él...

Había cosas peores que verse obligada a casarse con un caballero guapo y poderoso que la deseaba, pero Marguerite de Alencon había sido educada para convertirse en consorte de un rey y no podía tolerar lo que le deparaba el destino. Como amante de Henry Plantagenet, disfrutaba de demasiado poder como para permitir que la prometieran al noble Orrick de Silloth.


Orrick sabía que su reticente prometida ocultaba numerosos secretos, pero también sabía que sería la compañera perfecta, inteligente y elegante...

La novia del normando

Ella no tenía pasado. Él no podía ofrecerle un futuro

William Royce no podía aplacar el deseo que sentía cada vez que miraba a Isabel. A pesar de haber sido golpeada por la vida, Isabel seguía teniendo un espíritu fuerte que le hacía a Royce desear lo imposible… una vida libre de oscuros secretos que pudiera vivir junto a ella.


Aunque no recordaba nada de su pasado, Isabel estaba segura de que Royce, el hombre que le había salvado la vida, había sido caballero. Por mucho que se esforzara en ocultarlo, se comportaba como un hombre distinguido… que despertaba en ella el anhelo de convertirse en su dama.

La prometida sin nombre

Jamás podría ser la esposa de nadie… pero entre ellos existía una pasión demasiado fuerte

Catherine de Severin no tenía nada que ofrecer a un posible esposo, ni poder ni tierras. Una huérfana pobre y con un pasado oscuro no era en absoluto la mujer adecuada para un conde destinado a controlar un enorme patrimonio. Pero a Geoffrey Dumont no le importaba nada de eso, y estaba dispuesto a desafiar a quien fuera necesario, incluyendo el rey, para poder estar con su bella Cate.


Privada de la posibilidad de casarse y confundida por los recuerdos, Catherine de Severin no tuvo más remedio que aceptar su triste destino… Hasta que apareció Geoffrey Dumont y puso todo su mundo del revés...

La esposa de Dumont

Había tenido que pasar por un infierno para pagar por los pecados de su padre…

Quizá aquel mandato real por el que se tenía que casar compensaría a Christian Dumont por todo lo que había perdido, pero aún no sabía a qué precio. Porque, aunque casarse con la bella y rica Emalie Montgomerie no parecía suponer ninguna dificultad, la condesa tenía un secreto que podría destruirlos a ambos.


Aunque su corazón seguía siendo puro, Emalie Montgomerie sabía que haber perdido la castidad antes del matrimonio era un pecado imperdonable para una mujer noble. Y el deseo que veía en los ojos de Christian le daba esperanzas, pero… ¿aceptaría al bebé de otro hombre como si fuera suyo?

La hija del enemigo

Lo que era sólo venganza se convirtió en seducción

Soren Fitzroberts era un hombre antes irresistible para las mujeres, pero una herida brutal cambió para siempre su vida. Entonces decidió vengarse reclamando a la hija de su enemigo.

La inocente Sybilla, que había quedado temporalmente ciega durante la invasión, se echó a temblar delante del guerrero marcado también por la batalla, pero no era únicamente de miedo. Se vería obligada a contraer matrimonio y a afrontar la lenta seducción que sería su venganza.


Pero las cosas se empezaron a complicar cuando Soren también se empezó a sentir atraído por la mujer a la que sólo quería utilizar…

El mercenario

Él era un noble guerrero, ella su esposa por decreto

Brice Fitzwilliam por fin recibió su recompensa: el título y las tierras de Thaxted. Sólo le faltaba reclamar a la esposa que le había sido prometida. Pero Gillian de Thaxted no quería ser el premio de ningún hombre. No se sometería al poderoso físico y a los ojos penetrantes de aquel caballero, a pesar de que sus brazos la envolvieran por las noches.


Brice pensaba que complacería a su esposa por obligación, pero se iba a convertir en un placer nocturno también para él. Se arriesgaría a perder la armadura que rodeaba su corazón si sucumbía a los encantos de esa bella mujer.

En brazos de un conquistador

Era una batalla de poder. Ella debía rendirse a él…

El fuerte, valiente y honesto Giles Fitzhenry era un guerrero que no había conseguido nunca deshacerse de la vergüenza de ser un hijo bastardo.

Para salvar a su gente y a sus tierras, lady Fayth debía casarse con aquel poderoso caballero bretón en contra de su voluntad.


Ella deseaba más que nada deshacerse de ese esposo, pero no podía negar el deseo que crecía en su interior cada vez que Giles Fitzhenry la observaba con su penetrante mirada...

Una noche para su placer

Bretaña, año 1066

Elise salvó a su familia de la ruina al casarse con Simon, Conde de Rennes. Sin embargo, no era un matrimonio de conveniencia - Elise se había enamorado de su esposo.

Tratando de agradarle, Elise se propone ser la mujer atrevida y seductora que cree Simon desea - aunque sea una inexperta e inocente virgen.

El mismo día de su boda, Simon está decidido a excitar hábilmente a su nueva esposa y a iniciarla en los placeres de alcoba, aunque teme que una mujer tan femenina y delicada nunca podrá amar a un noble tan brusco como él.


Cuando llega su noche de bodas, Simon y Elise descubrirán el éxtasis más allá de sus más locas fantasías...

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