miércoles, 25 de junio de 2014

Sólo importas tú

Supuestamente. Lucas había muerto once años atrás en el accidente que había dejado a Nadia en coma el día de su boda. Entonces, ¿quién era aquel hombre que había aparecido en la puerta de su ático, idéntico al que tanto había amado?

¿Y por qué su inmediato entusiasmo al encontrar a Lucas vivo, de repente se convirtió en zozobra al descubrir las razones por las que había desaparecido de su vida?

Herencia familiar

¿Hasta dónde tendría que llegar?

Las condiciones del testamento eran inflexibles: Mitch Kincaid tenía que conseguir la custodia del hijo ilegítimo de su difunto padre o perdería la fortuna familiar. Debería ser muy sencillo: un cheque con seis cifras y Carly Corbin, la tía del niño, desaparecería de su vida. Pero con Carly nada resultaba sencillo, incluyendo la atracción que sentía por ella. Cuando Carly se negó a darle la custodia de su sobrino, Mitch no tuvo más remedio que permitir que los dos se mudasen a la mansión Kincaid. Pero ninguno imaginaba que “jugar a las casitas” iba a convertirse en algo real.

Antiguos amantes

Rand Kincaid nunca se había sentido presionado, hasta el día en que todo su futuro quedó pendiendo de un hilo. El testamento de su padre lo obligaba a readmitir como su asistente personal a Tara Anthony. De pronto, se vio en la tesitura de aceptar a la única mujer que lo había abandonado, o perder su imperio familiar.
Pero, antes de aceptar, Tara le dejó claras sus condiciones: quería una segunda oportunidad y Rand debía estar en su casa… y en su cama.

Rand todavía no era consciente de lo lejos que aquel acuerdo le iba a llevar.

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