A Mallory Hagan se le
rompió el corazón cuando Chase se marchó de su lado. Sabía que su deber era
ayudar a los necesitados, pero Chase Landon jamás se percató de que ella lo
necesitaba más que nadie. Años después lo único que podía hacer era observar
cómo su hijo creaba unos fuertes lazos de amistad con el hombre que una vez le
robó el corazón.
Los ojos de color
verde esmeralda de Mallory habían invadido los sueños de Chase durante mucho
tiempo, pero en aquel momento sólo reflejaban tristeza y miedo. Parecía que
ella no se daba cuenta de que había vuelto para reclamar a su novia… Y a su
hijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario