—O te casas conmigo,
o el tío Joe recibirá su merecido.
Era una elección
terrible, pero Kit Landor era tan implacable como sus penetrantes ojos azules y
Charlotte no estaba dispuesta a que su querido tío fuera a prisión. Aún peor,
Kit era muy atractivo para su propio bien, y Charlotte por supuesto no era
inmune a su encanto. Más ella no dejaría que él hiciera las cosas a su manera.
Después de todo, a quien Kit realmente deseaba, era a la hermosa Verónica.
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