Lettice
no cree en el amor. Esta la induce a casarse por dinerocon un hombre brutal que
la utiliza como anzuelo para atraer incautos a sus partidas de cartas.
Pronto
comprende que su elección de marido no ha sido muy afortunada y huye de londres
camino de los territorios británicos en Norteamérica, agitados ya por los
vientos de la independentismo.
De
la mano de Charles, un colono del Nuevo Mundo que conoció en Iglaterra, Lettice
descubre la noble causa de los sublebados y se une a ella. Aprende asimismo, también
gracias a Charles, que el verdadero amor sí existe. Pero no podrá desprenderse
de su pasado tan facilmente...
Cuando
más cerca está de la felicidad, sus anteriores errores le pasan factura.
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