Todas las noches Patricia se acostaba
escuchando a Eduardo, un locutor de Onda 2000. Su voz era tan íntima que se
fundía en su mente y la tentaba a soñar con él, noche tras noche.
Un día coincidió con él en un ascensor y no
pudo apartar la mirada de sus ojos castaños con tonalidades verdes… se quedo
atrapada en ellos para siempre.
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