Regla número 1: Nada de citas a
ciegas.
Después de haberse enfrentado a
muchas, Samantha O’Ryan no estaba dispuesta a volver a tener otra cita a ciegas…
Hasta que su mejor amiga le pidió un favor y conoció a Jack Knight. Si hubiera
sabido lo guapísimo que era, no habría protestado.
Regla número 2: Nada de besos en
la primera cita.
El problema fue que, después de
una sola cita con Jack, Sam quería mucho más que besos, lo cual debería haber
sido motivo suficiente para no tener una segunda cita. Pero no lo fue.
Regla número 3: Nada de
enamorarse.
Sam había decidido tener un
romance sin ataduras… hasta que Jack empezó a hablar de amor…
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