El cámara Zach Haas
siempre había querido hacer cine y, con su recién descubierta fortuna, por fin
tenía su sueño al alcance de la mano. Ahora lo único que necesitaba era una
dosis de inspiración. Pero cuando se encontró con la atractiva actriz Kelly
Castelle en el set de Entre nosotras, más que inspiración, lo que sintió fue…
deseo.
Kelly prácticamente
se derritió al ver a Zach salir de detrás de la cámara. El calor que surgió
entre los dos fue abrasador. Pero él era diez años más joven y el premio que
había ganado en la lotería acababa con la posibilidad de que se sintiera
atraído por una mujer mayor que pudiera mantenerlo. De modo que su relación no
podría ser más que un imprudente romance con el que disfrutar del mejor sexo de
su vida.
¿O podría ser algo
más?
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