Aquella pequeña necesitaba
un hogar… y él estaba dispuesto a dárselo.
El ranchero texano Clay Callaghan no tenía la
menor idea de cómo cuidar de un bebé, pero jamás le daría la espalda a nadie de
su misma sangre.
Como responsable de sus hermanos pequeños, la
abogada Daniella de la Cruz podía dar consejos sobre leyes y sobre niños. Pero
era evidente lo que quería de ella aquel guapísimo vaquero. Y bueno, Daniella,
jamás negaría su ayuda a un niño necesitado.
Ni tampoco a un sexy padre soltero.
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