Una viuda desesperada
Evelyn D’Orsay fue una huérfana pobre, pero se convirtió en
condesa al casarse con un aristócrata francés a los dieciséis años. Sin
embargo, la Revolución la obligó a salir de Francia con la ayuda de un famoso
contrabandista. Al morir su marido quedó nuevamente en la pobreza, y supo que
tenía que recuperar la fortuna familiar de Francia por el bien de su hija. Sin
embargo, solo había un hombre que pudiera ayudarla… El contrabandista a quien
no podía olvidar.
Un espía peligroso Jack Greystone llevaba viviendo del
contrabando desde que era un muchacho, y dedicándose al espionaje desde que
había comenzado la guerra. Era un proscrito y su cabeza tenía precio, por lo
que vivía escondido. Un día supo que la condesa estaba preguntando por él, y de
mala gana, acudió en su ayuda de nuevo, porque nunca había sido capaz de
olvidarla. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que estaba dispuesto a
renunciar a todo para poder estar con la mujer a la que amaba…
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