Todo el mundo estaba interesado en el jeque Rashid Al Kadah y en Evie Delahaye. A pesar de la fuerte oposición de sus familias, el apasionado y publicitado idilio había durado dos años, pero todos sabían que pronto tendría que terminar.
Raschid debía casarse con una princesa árabe, mientras que la madre de Evie la presionaba para que se comprometiera con un miembro de la aristocracia inglesa... y el tiempo se estaba acabando.
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