Lise Morrison era una chica
inocente y confiada hasta que su amor por el cantante Quinn Taylor destrozó sus
ilusiones. Elizabeth Farnham era menos vulnerable. Fría y sofisticada, capaz de
enfrentarse a cualquier cosa, excepto, quizá, a Quinn Taylor. Mientras luchaba
contra la atracción surgida entre ellos, Elizabeth se dijo que lo único que
sentía por un hombre así, era odio. Quinn le advirtió: "Aunque digas que
me odias, ¡me deseas!" ¿Tendría razón?
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